“Los palos del flamenco son reflejos de estados emocionales”
EntrevistasJavier Limón

“Los palos del flamenco son reflejos de estados emocionales”

JC Peña — 21-06-2025
Fotografía — Archivo

Un nuevo palo: ése ha sido el insólito encargo que ha recibido el músico, productor y profesor Javier Limón para celebrar el centenario de Cervezas Alhambra. El resultado es la Sosegá. El tiempo dirá si cuaja entre artistas y público.

Para llevarlo a buen puerto, Javier ha reunido a un auténtico dream team intergeneracional del género. Carmen Linares, Juan Carmona, Diego del Morao, José Maya, Ane Carrasco, Dani de Morón… lo mejor de cada casa ha trabajado codo con codo durante un año en la mágica ciudad de Granada para completar este hito.

Granada, una de las cunas del flamenco desde las míticas cuevas del Sacromonte -y sede también de Cervezas Alhambra-, es la gran protagonista de este proyecto musical insólito, hecho desde el respeto a las profundas raíces de esta música de alcance universal.

Los palos son los distintos estilos del cante jondo, con sus peculiaridades rítmicas, melódicas, poéticas y de cante. Alegrías, bulerías, tangos, soleás, granaínas… y ahora sosegás. El nuevo palo nació de la soleá, con un compás de falso cuatro por cuatro que no se resuelve, y un vocabulario esencial que remite al ritmo calmado de la ciudad andaluza y su esencia, que Cervezas Alhambra incorpora en su filosofía. Además, la guitarra usa una afinación especial para acentuar esta sensación de quietud.

“El grupo de artistas que hemos invitado es un “all star” literal del flamenco”

Javier Limón da clases en el Berklee College of Music de Boston y se nota: es un apasionado del flamenco y los vericuetos culturales de la música, que acumula diez Grammys y ha producido más de cien discos para artistas de pop, flamenco, música brasileña y jazz de la talla de Paco de Lucía, Wynton Marsalis, Caetano Veloso y Estrella Morente.

¿Cuál dirías que ha sido el mayor reto a la hora de hacer algo histórico como crear un nuevo palo?
El mayor reto a la hora de crear un nuevo palo flamenco -sólo el tiempo y la gente dirán si cuaja- ha sido el cante como tal. Creemos que crear un patrón rítmico con una actuación más o menos novedosa, o incluso unos textos sobre una temática, es más o menos abordable. Lo interesante y difícil ha sido crear un conjunto de líneas melódicas que se puedan denominar como cante, y que tengan suficiente en común entre ellas para considerarse parte de un grupo, pero por otro lado con su individualidad y su riqueza personales. Desde ese punto, utilizando ese ritmo, ese patrón y esa temática, hay tres o cuatro momentos donde se puede sentir que hay una nueva creación. Un nuevo estilo, un nuevo cante que puede ser una semilla para que otra gente pueda crear partiendo de esas melodías.

¿Podrías darnos algún ejemplo?
Hay cantes flamencos como la mariana (palo de la familia de los tangos) en los que la melodía, además de los otros aspectos musicales, es bastante clara y determinante. A veces un motivo melódico ya determina que estás en ese palo. En la granaína también ocurre con la guitarra: hay un pequeño ornamento al final de las falsetas (frase entre los acordes), antes de que entre el cante. Lo más importante ha sido crear ese patrón armónico, melódico y rítmico donde todo se combina para crear un estado anímico, para tener un clima de creación.

“El repertorio andalusí es de los más sofisticados y valorados en la música árabe”

Más allá de los temas técnicos musicales, ¿cuál crees que la mayor aportación de la Sosegá a un género tan universal como el flamenco?
La aportación más importante viene, para mí, del análisis de qué es un palo. Para poder crear un palo hay que entender que los palos son reflejos de estados emocionales. La soleá tiene que ver con la soledad. Nadie escribe letras graciosas por soleá. Las alegrías tienen que ver con la alegría. El tango y el tanguillo, que es una palabra africana, vienen del norte de África y su estado emocional. La granaína tiene que ver con el estado emocional de la ciudad de Granada. ¿Por qué la soleá tiene que ver con la soledad? Porque es un tempo lento, porque hay una libertad a la hora de cantar, porque normalmente sólo es guitarra y voz, no suele haber percusión. En fin, hay que entender que un palo, como en la antigua India los ragas: es un estado emocional. Partir de ahí ha sido importante para buscar cuál era el nuestro, para luego crear, con las reglas armónicas, melódicas y poéticas, nuestro propio palo.

¿Qué destacarías de haber juntado a un grupo de artistas de este nivel -en la presentación en Madrid se habló de un “dream team”- y cómo ha sido la experiencia durante todo este año de trabajo?
Para mí, el grupo de artistas que hemos invitado es un “all star” literal del flamenco: No creo que nadie toque el cajón mejor que Ane Carrasco o Juan Carmona, ni que nadie toque la guitarra mejor que Diego del Morao o Dani de Morón. Y así sucesivamente. El bailaor que ahora mismo más me llena es José Maya. En segundo lugar, es que son muy amigos. Y son muy amigos entre ellos. Se ha generado una especie de espiral emotiva, como cuando se juntan unos antiguos compañeros que trabajaban en la misma empresa y hay un reencuentro o algo así. Ha sido una sensación como de irse de excursión. Éramos más de quince, y nos conocemos desde hace veinte o treinta años. Ha sido muy emocionante. Y unos han motivado a otros, porque si ves a Diego del Morao motivado, te motivas. Si el Ané ve motivado a Juan Carmona…Porque se respetan mucho. Y sobre todo, si Carmen Linares va para delante, el resto vamos detrás de ella.

¿Cuál dirías que es la huella e influencia diferencial de una ciudad única como Granada en el flamenco respecto a otras ciudades o lugares?
Granada, al ser la última gran capital árabe, tiene un peso específico muy grande en la cultura andaluza. El repertorio andalusí es de los más sofisticados y valorados en la música árabe en general. Todos sabemos que la música árabe, junto por supuesto, con la música cristiana, sefardita y la influencia india a través de los gitanos, es un pilar fundamental. Ese punto arquitectónico arabesco que tiene Granada es la primera influencia, el gran pilar árabe del flamenco.
En segundo lugar está la idiosincrasia minimalista del lugar; ese punto “japonés” que tiene la ciudad, con la sierra, el agua. Ese punto a nosotros nos ha emocionado mucho, y yo creo que al flamenco le influye también. Hay granaínas que casi parecen “haikus” (breves poemas japoneses). Por la sencillez, y porque están inspiradas en esos motivos sencillos: la piedra, la hiedra, la nieve. Eso no está en todo el flamenco. En tercer lugar, la parte gitana de Granada con las cuevas del Sacromonte ha hecho una aportación con palos concretos como los tangos de Granada, y también con su manera de interpretar palos que no necesariamente se han creado allí. Los interpretan de una manera granaína muy especial.
Y ya por último, creo que el concurso de cante jondo de 1922, con Falla y Lorca, es también algo a subrayar si hablamos de la importancia de Granada dentro del flamenco. Es algo importante.

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