Es cierto eso que dicen: la inocencia del mar en calma conlleva una vorágine posterior o paralela. Dos conceptos indivisibles, el caos y la estabilidad, que explican experiencias vitales y recrean conceptos artísticos. Pero también se puede encontrar optimismo dentro del caos.
Es el planteamiento del último trabajo de Dua Lipa, que presentó anoche en el Movistar Arena de Madrid su Radical Optimism Tour con una primera fecha europea sold out y un público completamente entregado ya en las horas previas. Una excitación que lejos de calmar la extensa intro avivó todavía más a las 15.000 personas a las que la metáfora del mar en calma no va a convencer.
Tampoco lo ha hecho —aunque parezca lo contrario— con Dua Lipa. Porque, pese a querer transmitir un optimismo radical ante situaciones adversas —y de hecho, conseguirlo—, ¿a qué artista no le va a gustar una buena dosis de entropía estética?
Y justamente esa es la vuelta que le da la artista albana al concepto del mar, acompañándolo de elementos que amenazan con ese caos que Dua Lipa consigue superar con cierta pasividad. Es el caso de las olas, parte central de una imponente y trabajada escenografía —bañada por una muy cuidada iluminación— en la que la artista se mueve como pez en el agua, jugando con distintas alturas y posiciones que hicieron de su show un espectáculo a cada instante disfrutable.
Porque es imposible no entregarse desde el principio a un opening con temas como "Training Season" o "Break My Heart", donde Dua Lipa se recrea en el bullicio y los vítores mientras cruza una pasarela que la dirige al centro del Movistar Arena. Un primer acto en el que la artista sienta las bases de su discografía e introduce una noche en la que al público no se le cruza un solo pensamiento oscuro o pesimista.
Este año "Be The One" celebra su décimo aniversario y su obvia inclusión en el setlist permite ver la evolución en la carrera de Dua Lipa donde, pese ser el pop el estilo predominante, sigue una línea continuista disco-dance, influencia de artistas que pueden ir de Blondie hasta Tame Impala. Un hecho que se hace más patente todavíaen su directo, donde la artista incorpora largos breaks instrumentales muy ligados a la música dance.
De quien no esperábamos que tuviera influencias Dua Lipa es de Enrique Iglesias. Con un perfecto español y envuelta en una bufanda de pelo prestada por una fan, la artista interpretó entre gestos de sorpresa y aprobación por su acento "Héroe", tema que en su día alcanzó en el número uno de Hot Latin Tracks de Billboard.
La cantante sirvió un combo en el que era muy complicado mantener la calma y a su vez perder el optimismo, dando muestra de ese oxímoron del que hablábamos al principio y mostrando la artista completa en la que se ha convertido; de "Physical" o "Don’t Start Now", mostrando también su faceta como bailarina y arropada por un sólido cuerpo de baile como en "Falling Forever", el tema que más desnuda su identidad y donde más evidencia su presencia escénica.
Dos horas de espectáculo, más de una decena de cañones de confeti y veintidós temas después, bastaron para saciar a un público que como "Houdini", tras un chasquido de dedos, la vio desaparecer.
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